Aunque se desconoce el mecanismo por el cual ivermectin actúa en el virus, es probable, en función de su acción en otros virus, que funcione para evitar que el virus “atenúe” la capacidad de las células huésped para eliminarlo.

El uso de esta medicina para combatir la COVID-19 dependería, según la científica, de los resultados de más pruebas preclínicas y, en última instancia, de ensayos clínicos, con una financiación que se necesita urgentemente para seguir avanzando en el trabajo.